EL LENGUAJE
MATEMÁTICO

“El lenguaje matemático es el único lenguaje universal” (Alain Connes)

“Es común hablar de ‘el lenguaje de las matemáticas’. ¿Pero es la matemática verdaderamente un lenguaje?” (F. David Peat)

“Para interpretar la notación matemática es preciso conocer qué clase de gramática usa” (Stephen Wolfram)



El Problema del Lenguaje Matemático

Se considera que la matemática tiene un lenguaje propio, un lenguaje abstracto y diferente del lenguaje natural:
“La naturaleza está escrito en el lenguaje de las matemáticas y sus caracteres son triángulos, círculos y otras figuras geométricas, sin las cuales es humanamente imposible entender una sola palabra de él; sin esto, uno se encuentra perdido en un oscuro laberinto” (Galileo, en “Il Saggiatore”, El Ensayador, 1616).
Este planteamiento de Galileo fue realmente revolucionario en su época, al sustituir el concepto antiguo de naturaleza como una organización superficial y concreta de sustancias materiales por una estructura profunda y abstracta, la proporcionada por la matemática.

¿Pero realmente existe un lenguaje matemático? Podemos afirmar que no existe porque la matemática no tiene un lenguaje formal. Solo tiene algunos símbolos básicos de tipo abstracto que se han ido creando a lo largo de la historia, y en los que existe consenso general. Los más importantes son: De todos estos símbolos, los dígitos 0 a 9 son el fundamento del lenguaje numérico, un lenguaje verdaderamente universal que forma parte de nuestra vida diaria. “Las cifras constituyen hoy el único y auténtico lenguaje universal” (Georges Ifrah).

La potencia de la matemática moderna reside en sus símbolos, que encapsulan o compactan conceptos precisos. Sin embargo, en matemática, cualquiera es libre de usar cualquier notación, siempre que la explique. El hecho real es que la notación matemática no es universal, pues se interpreta de manera diferente según el tema, el autor e incluso el contexto.

Entre las carencias de la matemática en su aspecto lingüístico están las siguientes:


Falta de gramática

La matemática carece de lenguaje formal porque carece de gramática. Se suele afirmar que la notación matemática no es problema matemático, que es un problema lingüístico, pero no es cierto, porque los conceptos fundamentales o primitivos de la matemática deberían reflejarse en la semántica del lenguaje matemático, junto con su correspondiente sintaxis.


Mezcla con el lenguaje natural

No hay un lenguaje matemático puro, pues está mezclado con el lenguaje natural, es decir, se apoya en el lenguaje natural. Un ejemplo es la definición de la estructura matemática de grupo, que se define de la siguiente manera:
  1. Hay un conjunto G.

  2. Hay una operación interna binaria (simbolizada por "*") definida sobre G, es decir, para todo par de elementos, x e y de G, x*y es un elemento de G: x*yG.

  3. Existe un elemento e (llamado neutro) tal que x*e = e*x = x para todo elemento x de G.

  4. Para todo elemento x de G, existe otro elemento x' (llamado “inverso de x”) tal que x*x' = x'*x = e

  5. Los elementos de G cumplen la propiedad asociativa: x*(y*z) = (x*y)*z.
El problema es que el lenguaje natural es ambiguo, es decir, admite muchas interpretaciones.

Un avance hacia al lenguaje matemático puro fue la aparición del álgebra, en donde se utilizan letras (que representan variables) para liberarse de la esclavitud de la palabra. La utilización de símbolos en álgebra representó un gran salto cualitativo, abriendo una nueva era en la matemática.


Polimorfismo

En el lenguaje matemático hay polimorfismo, es decir, que la semántica de algunos operadores varía en función de los argumentos. Se dice que los operadores tienen “sobrecarga” semántica. Por ejemplo:
Bidimensionalidad

La sintaxis del lenguaje matemático es bidimensional, que tiene la virtud de la legibilidad porque está pensado para el consumo humano, pero tiene el inconveniente de que no sirve para tratamiento informático (o es muy difícil), pues se requiere linealidad. La bidimensionalidad aparece en la notación exponencial, en los superíndices y subíndices, en las matrices, en operaciones como sumatorio y productorio, en las integrales definidas entre dos límites numéricos, etc.

La bidimensionalidad más frecuente es la notación exponencial. Esta notación se considera un avance muy importante en matemáticas. Intuida por Napier, fue Descartes quien generalizó la práctica de escribir “potencias” tal y como lo hacemos hoy día. Así, x3 sustituye a x·x·x. Descartes hizo pública esta notación junto con otros perfeccionamientos del álgebra en el tercer apéndice (la Geometría) de “El Discurso del Método” en 1637. La notación incluye dos niveles: base y exponente. Este último se expresa con un símbolo más pequeño. Cuando hay más de dos niveles hay graves dificultades de representación.


La codificación numérica

El sistema decimal de representación numérica está firmemente asentado en nuestra cultura y es considerado uno de los grandes avances conceptuales de la historia de la humanidad. Pero desde un punto de vista lingüístico y combinatorio, no es suficientemente genérico:
  1. No hay posibilidad de que un número pueda expresarse mediante otros números y no sólo dígitos. Por ejemplo, la codificación 2(−15)7 consta de tres números, siendo el segundo un número negativo de dos dígitos. Una interpretación de tipo posicional podría ser 2×102 − 15×10 + 7 = 57. En Matemática Védica se utiliza una versión restringida de este sistema, pues se admite el “signo posicional” sobre un dígito. Por ejemplo, 329 se interpreta como 3×102 − 2×10 + 9 = 289.

  2. La codificación numérica se basa en los llamados "valores de posición", que son potencias de base 10. No hay ninguna razón para que estos valores de posición puedan ser también cualquier número, siempre que siga un patrón genérico. Por ejemplo, desde el punto de vista computacional, es más adecuado utilizar el sistema de Cantor, que permite representar cualquier número racional p/q de forma exacta mediante una secuencia finita y, por lo tanto, sin pérdida de precisión. Por ejemplo, un número tan sencillo como el racional 1/3 es 0,33333... tiene infinitas cifras decimales, por lo que, sin ser un número irracional, no se puede “capturar” mediante una representación finita. Lo más lógico sería utilizar el sistema de Cantor. [ver Aplicaciones – Matemática – La Paradoja 1 = 0,999…]
Otra forma de representación exacta de números racionales es mediante fracciones continuas [ver Aplicaciones – Matemática – Fracciones Continuas].


Gap semántico. Deshumanización y complejidad

Existe una brecha entre la matemática y la forma humana de pensar. La matemática, en su forma actual, no es humanista. Es un lenguaje críptico, poco natural e intuitivo, orientado solo para especialistas o iniciados. Este gap lingüístico puede conducir a una cierta deformación o deterioro mental. Todo esto ha provocado que la matemática sea percibida como una disciplina abstrusa y distante de la realidad cotidiana. Y el aprendizaje de la matemática como una actividad pesada, difícil y artificial, poco natural y deshumanizada.


Limitaciones expresivas

La notación matemática adolece de graves limitaciones expresivas, incluso las más elementales, que, por otra parte, sí disponen los lenguajes informáticos.

Si hay limitaciones expresivas en lo simple, más problemas hay con los fenómenos complejos que no pueden modelizarse con la matemática tradicional como sistemas distribuidos, sistemas cliente-servidor, sistemas compartidos, etc., así como para expresar paradigmas de programación como: programación orientación a objetos, a eventos, a agentes, a aspectos, programación genérica, evolutiva, multidimensional, etc. Tampoco hay un formalismo para los mecanismos de paralelismo, concurrencia o sincronización, como en los lenguajes informáticos.

Es precisamente por estas limitaciones expresivas de la matemática que tuvieron que inventarse los lenguajes informáticos. Si el lenguaje matemático hubiera sido suficientemente potente en este sentido, no habría habido necesidad de inventar tantos lenguajes informáticos, una autentica torre de Babel.

También hay limitaciones expresivas que impiden describir los fenómenos de la física cuántica, entre ellos:
Falta de lenguaje algorítmico

La notación matemática tradicional permite representar objetos matemáticos, pero no procesos matemáticos. Muchos matemáticos afirman que la matemática solo trata de demostraciones formales. Desde este punto de vista, la computación no tiene cabida en matemáticas.

Por lo tanto, no existe un lenguaje canónico (o estándar) para representar algoritmos. Se suele utilizar una especie de pseudocódigo (informal), mezcla de lenguaje formal y natural. Se habla de una nueva disciplina: la “matemática computacional”, una matemática que trata con algoritmos y su experimentación.

¿Es la informática diferente de la matemática o parte de ella? Según Donald Knuth, “Las matemáticas tratan de teoremas, procesos infinitos y relaciones estáticas, mientras que la informática trata de algoritmos, construcciones finitas y relaciones dinámicas”. Sin embargo, el concepto de algoritmo debería ser uno de los conceptos centrales de la matemática.

Al no existir dinamicidad, no existe el tiempo en matemáticas. Esto es lógico, porque el tiempo es un concepto físico. Pero también el espacio es un concepto físico y, sin embargo, la matemática trata con espacios abstractos. Por lo tanto, debería haber también “tiempo abstracto”.


Confusión entre igualdad, sustitución y equivalencia

Decir que una cosa es igual a sí misma es una obviedad (una tautología), que no añade conocimiento. Y decir que dos cosas son iguales es una contradicción. En este segundo caso, es mejor decir que existe equivalencia entre ambas, como cuando expresamos que la suma es conmutativa: x+yy+x, que hacen referencia a lo mismo. En este sentido, Frege distinguía entre sentido (la forma de expresión) y referencia (el objeto referenciado por la expresión). Puede haber muchos sentidos equivalentes asociados a la misma referencia.

Ejemplos:
  1. La expresión x+0 = x interpretada como ecuación nos da (restando x de ambos lados) 0 = 0. Interpretada como cálculo, indica que la suma de x y 0 es 0.

  2. La expresión i2 = −1 debe interpretarse, no como una ecuación, sino como una sustitución. Por lo tanto:


  3. La expresión ε2 = 0, que define un infinitésimo, debe interpretarse también como una sustitución, porque si fuera una ecuación, se deduciría que ε = 0.

  4. La definición de la proporción aúrea es Φ = 1 + 1/Φ.

    Como igualdad, es una ecuación, cuya solución es Φ = (√5 + 1)/2

    Como sustitución, es una expresión recursiva:

La sustitución es la operación clave que nos permite definir expresiones imaginarias en general, incluyendo los números imaginarios, el infinito y el infinitésimo. En este sentido, la sustitución es el “puente matemático” que permite conectar lo real y lo imaginario.

También hay confusión entre igualdad y equivalencia. Por ejemplo, las fórmulas de física f = m·a y E = m·c2 no son igualdades (aunque se diga p.e. “fuerza igual a masa por aceleración”) sino que se trata de equivalencias.

“Decir de dos cosas que son iguales es insensato, y decir de una cosa que es igual a sí misma es inútil” (Wittgenstein). En este sentido, la igualdad no tiene sentido; solo tienen sentido la sustitución y la equivalencia.


Confusión entre parámetros y argumentos de una función

Hay poca claridad entre la definición de una función (con sus parámetros) y la aplicación de la función (con sus argumentos). En definitiva, que no hay clara diferencia entre argumentos y parámetros. Dada una expresión aislada, no se sabe si las variables son argumentos o parámetros. Este problema fue abordado por Alonzo Church en su cálculo lambda [ver Comparaciones – MENTAL vs. Cálculo Lambda.]


Magnitudes

La matemática no contempla el concepto de magnitud, algo tan común en la vida cotidiana y en física. Una magnitud se compone de un número (cantidad) y una unidad. Por ejemplo, en lenguaje coloquial decimos, por ejemplo, “3 naranjas”. Sin embargo:
Operadores aritméticos de orden superior

En aritmética están definidos los operadores de suma, producto y potencia, así como sus inversos. Pero se necesita una notación estándar que permita expresar también las potencias de orden superior y sus inversas.


División por cero

Se dice que el resultado de la expresión 0/0 es “indeterminada”, es decir, que puede ser cualquier número. Pero esto no es admisible. Necesitamos una expresión que sea el resultado, pues si no, la matemática es incompleta desde el punto de vista operativo. Lo mismo ocurre con la expresión 1/0, que se dice que su resultado es “infinito”.


Paralelismo

Este concepto, tan habitual en informática, no existe en matemática. Se refiere a que varios procesos se ejecutan (o evalúan) en paralelo, pero también puede hacer referencia (o aplicarse) a la existencia de varias entidades matemáticas que se presentan simultáneamente, como la concurrencia de varios estados en física cuántica.


MENTAL, un Lenguaje Matemático

Con MENTAL se resuelven y aclaran estos problemas asociados al lenguaje matemático:

Adenda

La importancia del lenguaje en matemática

Para André Weil, el desarrollo de nuevas ideas matemáticas es paralelo al desarrollo de nuevas formas lingüísticas. Weil creó un nuevo lenguaje matemático que le permitió expresar conceptos matemáticos que eran inexpresables con el lenguaje matemático convencional, Este lenguaje surgió dentro del grupo Nicolas Bourbaki (del que Weil fue uno de sus fundadores) de unificación de la matemática contemporánea. Las ideas de Weil se convirtieron en los fundamentos de lo que hoy denominamos “álgebra geométrica”.

Alexander Grothendieck, un gran matemático innovador del siglo XX dio vida al esquema del nuevo lenguaje creado por Weil, ideando un nuevo lenguaje matemático abstracto revolucionario para el álgebra y la geometría, que permitió a los matemáticos expresar ideas que anteriormente eran imposibles de expresar. Grothendieck escribió varios libros en los que mostraba las grandes posibilidades expresivas de su lenguaje. En 1966 recibió la medalla Fields por sus aportaciones al álgebra geométrica. Pero el problema era que este nuevo lenguaje era complejo y difícil de aprender. [ver Comparaciones – MENTAL vs. La Matemática Generalista de Grothendieck.]

Alain Coones ha creado un lenguaje totalmente nuevo para la comprensión de la geometría. Su geometría no conmutativa es una visión moderna de la vision riemanniana de la geometría que va más allá de la geometría de Weil y Grothendieck, revelando un mundo matemático completamente nuevo. Esta geometría ha demostrado ser un instrumento muy potente en su aplicación a la física cuántica, es especial para la teoría de cuerdas.


El lenguaje J

J es un potente lenguaje de programación que tuvo su apogeo en los años 1960’s. Fue diseñado por el mismo autor del APL, su antecesor, Kenneth E. Iverson [1995].

J es una notación matemática ejecutable. De hecho, Iverson ha escrito varios textos matemáticos utilizando J como notación.

J tiene una orientación semántica próxima al lenguaje natural. J consta de 70 verbos. Los verbos son funciones y se expresan con dos caracteres.

Iverson pretendía integrar la matemática y la informática, pero tiene el inconveniente de que requiere mucho tiempo de aprendizaje (por el excesivo número de verbos) y porque la notación llega a ser bastante críptica.

Frente a J, MENTAL solo requiere aprender 12 primitivas, y su notación siempre refleja claramente la semántica.


FMathL (Formal Mathematical Language)

FMathL es un proyecto de la Universidad de Viena de creación de un sistema (y un marco de trabajo) orientado a la formalización de problemas matemáticos y su tratamiento informático, incluyendo la demostración automática de teoremas. Sus características principales son:
Bibliografía